miércoles, 12 de mayo de 2010

SUBLIMINAL

A principios de los `90, un amigo volvió a vivir a Argentina después de pasar algunos años residiendo en New York, la ciudad más cosmopolita del mundo. Casi como una sentencia filosófica de Café, dejó una definición de cómo es la vida social en el gran país del norte: “El dueño del negocio es el Yanqui, el negro es el encargado y el latino es el que limpia”.
Toda una división de clases que, según este amigo, era apreciable a simple vista.
De hecho hoy, cerca de veinte años después de aquel episodio, dos cosas me preocupan. En primer lugar, que la población latina aumentó considerablemente en Estados Unidos hasta llegar a aproximarse al 60 por ciento; persistiendo en el mismo lugar de la escala social que observara mi amigo en aquel tiempo. Y en segundo término, que aún no he podido conocer ni la ciudad ni el país al que hago referencia.
Unos años después del regreso de mi amigo –pocos en realidad- fui con una novia al cine a ver una película de Disney para chicos: “El Rey León”. Estaba bárbara. Unos dibujos impresionantes en una historia basada en el Hamlet de Shakespeare, con un pequeño héroe que triunfa ante la adversidad.
Salí de la Sala indignado. La chica del momento, aún secándose las lágrimas y moqueando por la emoción, no entendía el por qué de mi furia.
Había observado algo que me incomodó muchísimo: El personaje principal, Simba, era un león hermoso, de larga melena dorada. Pero la contrafigura, Scar, el malo ¡Era negro! Y su séquito de seguidores cómplices, las hienas ¡hablaban con acento latino!
En una “inocente” película para chicos hallé la definición de mi amigo puesta en práctica, pero en una realización de Disney para el mundo.
Casi de inmediato me acordé del libro “Para leer al Pato Donald” de Armand Mattelart y Ariel Dorfman (que me había visto obligado a leer para una materia de la Carrera de Comunicación), donde denuncian las formas de dominación de los países centrales a partir de la propaganda cultural mediante la introducción de sus productos culturales en los países subdesarrollados, generando que, quien recibe el mensaje, acepte esta forma de reparto de tareas.
En el caso de la película de Disney ¿pudo ser casualidad que el bueno sea rubio, el malo negro y la lacra latina? Allí, en el norte, se les sigue dando el mismo espacio y los latinos son considerados los “gusanos” que están pudriendo “La Gran Manzana”.
Se me hace muy difícil creer en las casualidades y en la inocencia cuando detrás del mensaje perceptible va inserto otro y está generado por las corporaciones económicas de mayor poder en esto de “publicar cultura”.
Hay cuestiones que, en los medios de comunicación (Privados o Estatales), no deciden los periodistas ni los comunicadores. Allí no hay inocencia. Hay intereses.
Pero la denuncia y la defensa –tanto de uno como de otro lado- de la veracidad o la falsedad de lo publicado, o de la existencia de otro mensaje dentro del mensaje; no sirven de nada si el público no lo entiende, si la gente no tiene las herramientas para darse cuenta por sí misma de que la mercadería que le están vendiendo es consumible o está podrida.
Sin educación es poco probable que un pueblo pueda progresar. Mientras se la considere un gasto y no una inversión estamos condenados a retroceder. Aún más.
Al punto tal de que aceptemos como real aquello que es subliminal.

2 comentarios:

  1. Saben muy bien que las minorias ya no lo son tanto! Ya se dieron cuenta de que los protagonistas blanquitos y de ojos claros no vendian y ademas se estan cuidando e hicieron lo politicamente correcto.
    Una para cada uno!

    . La Princesa y el sapo: Portagonistas afro-americanos.
    . Mulan: la protagonista es Oriental y MUJER guerrera
    . Pocahontas: mujer e indigena
    . El libro de la selva: el protagonista es indu
    . Up: tercera edad presente
    . Nemo: protagonista con discapacidad fisica
    No se les escapa nada!

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  2. Son el problema y la solución!
    Gracias Denise!!
    El artículo lo escribí luego de que el Jefe de Gabinete de Ministros acusara a Clarín por haber publicado los nombres de los guardaespaldas de la Presidente en una viñeta de La Nelly.
    Quién es más inocente? y quién es más culpable?

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